«Al Contemplar el firmamento, el cielo y las estrellas que tú has creado.

Me pregunto: ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él? ¿Qué es el hombre para que guíes sus pasos?»    

Salmo 8, 3-9

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Después de una vida cómoda y tranquila, nublada por los sentidos; nace en su interior una pregunta: ¿Qué sentido tiene la vida?, ¿para que esta el hombre en este mundo? La soledad y el vacío existencial consumen su interior, su corazón esta inquieto por conocer la Verdad.  “...abre tu corazón; sé sincero contigo mismo". 

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Al fin, una respuesta resuena en su interior: ¡El hombre está en el mundo porque Alguien lo amó!; ¡Dios! ¡El hombre está en el mundo para amar y ser amado!

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Un giro de 180°; ya no busca más, ahora sí tiene sentido la vida, "el porqué de mi existencia". ¡He encontrado a Cristo, y no lo quiere perder nunca!  Ya no hay otra meta ni fin, que una vida plena, llena de sentido, dispuesta a ¡conquista el Amor! Aquel Amor por quien ahora se vive y se lucha.

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¡Ahora, vosotros sois Solados de Cristo! ¡Luz y sal de la tierra; están llamados a encender estas tinieblas!

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